Cuarenta mil kilómetros, la circunferencia de nuestra tierra. Cuarenta veces mil kilómetros. La distancia entre Sevilla y Barcelona. Nuestros novios, Laura y Ramón son unos expertos en recorrer distancias.

Ramón se embarcó en una vuelta al mundo, y Laura cambió su Sevilla natal por Barcelona por estudios. A través de la ayuda cómplice de Lulis, amiga de Laura, ambos coincidieron en una fiesta de disfraces, en la que la magia de Laura, que para eso iba de maga, encandiló de tal manera a Ramón que, como todos sabéis, terminó en la boda en Sevilla que aquí os presentamos.

Una boda que desbordó originalidad, en la que amigos y familiares aportaron lo mejor de cada uno. Por algo hay un espíritu emprendedor que impregnó cada rincón.

El catering Alfard2, preparó un menú especial, en el que se incluían productos ecológicos Mas que Lechugas, una startup del hermano de Laura, que también se encargaron de la elaboración del centro. Igual de especial, la selección del cava, Mastinell, bodega de unos amigos de la familia de Ramón.

La celebración tuvo lugar en el Pabellón de la navegación, de la Expo de Sevilla, firmado por Vázquez Consuegra, donde se recibió a los invitados a la boda, con unos aperitivos tras haber pasado por el Photocall y recibir unas tarjetas de embarque – ideal muy acorde con el edificio – todo ello obra de IDOPROYECT.

El vestido de la novia de Fernando Claró, con tocado y complementos Montanita inc una diseñadora en archilla polimérica sevillana. Los Zapatos de Pilar Burgos personalizados por I do Proyect con unos pompones de tul de seda. La peluquería y el maquillaje de Bruno Paris. Y destacar los vestidos de los niños, hechos por la madre de la novia.